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13 de noviembre de 2003

Columna 38

Mucho de lo que escribo es acerca de la pena de muerte, o de temas relacionados con la pena de muerte. También escribo a menudo sobre otros temas relacionados con la prisión. Creo que es lo que haré esta vez. Creo que está universalmente aceptado que para ayudar a la gente a realizar una transición con éxito en su vuelta al mundo libre, una de las claves es tener un sistema de asistencia para que te ayude. Ese apoyo viene habitualmente en la forma de familia y amigos.

La gente racional y lógica asumirá que las prisiones harían cualquier cosa que estuviese en su mano para asegurarse de que se toma cada paso necesario para mantener y fortalecer los lazos entre los presos y sus familias y amigos que están fuera, en el mundo libre. La razón es que así, cuando el preso sea liberado, tendrá toda la ayuda posible para mantenerse con éxito en el mundo libre como un ciudadano productivo que no recaerá en el modo de vida que le llevó a la cárcel.

Estaba leyendo un folleto que publica el Sistema Penintenciario de California y que informa de todas las reglas y normativas del CDC (Departamento Penal de California) sobre la vida en la cárcel. En la sección dedicada al régimen general de visitas dicen: “Se reconoce y estimula el valor de las visitas como un medio para establecer y mantener significativas relaciones con la familia y la comunidad”.

No creo que sea ningún secreto que cuando una persona es enviada a la cárcel, a menudo se desgarran familias y que el daño hecho a las familias es muchas veces mayor del que puede ser solucionado con la liberación del preso. He aprendido un poco sobre los sistemas penintenciarios de otros países estos últimos años y parece que todos tienen al menos una cosa en común. Una filosofía sobre la familia y los presos. El punto en común es que se hace todo para alentar al preso para que mantenga lazos fuertes con su famila y amigos para que le ayuden con la rehabilitación del preso. Es también interesante ver cómo hacen todo lo que pueden para asegurarse de que a la familia, los amigos y el preso les permitan pasar tanto tiempo los unos con los otros como sea posible.

La razón por la que estoy hablando de esto es porque el sistema penintenciario de California está planeando reducir las visitas entre familiares, amigos y presos a dos días a la semana. Y lo están haciendo de una forma oculta y solapada. Todavía no han anunciado que pleanean hacerlo. Pero según la gente que sabe, es prácticamente algo hecho. Se supone que los nuevos días de visita entrarán en vigor el 1 de enero de 2004.

El CDC está usando la reducción de gastos como una excusa para reducir las visitas de cuatro a dos días a la semana. Pero pienso que es poco sincero. El CDC ha estado trabajando durante muchos años en un plan a largo plazo para aislar y quitar más y más cosas a los presos. Las visitas son sólo un aspecto más de este plan más amplio. Las visitas solían permitirse siete días a la semana, luego se cambiaron a cinco días a la semana, luego a cuatro días a la semana, y ahora están planeando cambiarlo a dos días a la semana. Está bastante claro adónde vamos.
La parte que me parece más interesante es cómo pretenden que es debido a la reducción de costes. Gestionar visitas no cuesta al CDC mucho más que no tenerlas, porque los guardias tienen que vigilar a los presos, con independencia del lugar en el que se encuentren.

Creo que si el CDC intentase seriamente reducir costes harían lo que cualquier empresa hace cuando quiere reducir costes. Empiezan con mandos intermedios y eliminan esos puestos antes de que empiecen a reducir en costes en otros lugares. Si el CDC realmente quisiera reducir costes elminarían todos los capitanes y puestos administrativos que sobran en la burocracia del CDC antes de que empezaran a reducir programas esenciales para los presos. El CDC tiene demasiado personal en la administración y no se notaría una reducción del personal administrativo del 25 al 50%. Ahorraría mucho más dinero que reducir las visitas a dos días a la semana.

Creo que el sistema penitenciario se ha convertido en lo que la mayoría de las burocracias se convierten al crecer. Tienes a esos burocrátas de nivel medio cuyo único interés es asegurarse de que mantienen un puesto de trabajo seguro. Como consecuencia tienes administrativos que crean papeleo para justificar su puesto. Supongo que, como en la mayoría de burocracias, si creas el suficiente papeleo parece que esos trabajos son importantes y necesarios, cuando el hecho es que sólo son parte de un sistema inflado que está más interesado en mantener el status quo que en otra cosa.

Creo que si el sistema penintenciario intentase seriamente reducir costes, eliminarían muchos de los puestos administrativos que a menudo duplican otros puestos en la misma burocracia. Esta es la razón por la que su excusa sobre reducir las visitas por motivos económicos suena un poco vacía.

Hay otros beneficios menos obvios en mantener el sistema de visitas tal y como está, o incluso en incrementar los días de visita. Son los costes que se ahorrarían cuando los presos salieran y no volvieran a la cárcel porque tienen relaciones familiares fuertes y fuertes relaciones con amigos, todos los cuales ayudarán a los presos a aclimatarse y ajustarse a la vida en el mundo libre y a hacerlo de una manera productiva y positiva.

No tengo ninguna duda de que el sistema penintenciaro sabe que si los presos no tienen relaciones estrechas con la familia y con la comunidad cuando son liberados, es más probable que acaben de nuevo en la prisión. Si este es el caso, ¿dónde está el ahorro en la reducción de visitas? Las cosas que he dicho aquí las sabe todo el mundo, pero quizás resulten un poco esotéricas a las personas implicadas en el sistema penintenciario. Pero ellos también las saben. Como la gente no está al tanto de este tipo de cosas, el sistema puede contarles cualquier cosa y por lo general, la gente se la cree. Pero también es la gente la que al final acaba pagando el precio de la manipulación y de los falsedad de un sistema penintenciario que da más importancia a la construcción de un imperio y en mantener el status quo que a un crear un sistema que funcione de una forma positiva y productiva. Es una verguenza que la burocracia se convierta en más importante que lo fundamental, que es asegurarse de que los presos cumplen su condena y son devueltos a la sociedad en mejor forma que cuando fueron recibidos por el sistema.

Durante años he visto al sistema penintenciario llevarse todas las cosas que ayudan a mantener una relación lo más sana e íntima posible entre los presos y sus familias y amigos. Parece que el sistema penitenciario no ha terminado todavía con esta cruzada en la que están para crear todavía más distancia y aislamiento entre los presos y sus familias y amigos, cuando sus esfuerzos deberían estar dedicados a hacer todo lo que puedan para reforzar esos lazos esenciales entre los presos y el exterior.

Esto es todo lo que tenía que decir esta vez. Cuídaos.

Hasta luego,
Dean