4 de Julio de 1995

Columna 4

El Bloque Este (East Block) es un edificio viejo, construido durante la década de los 30. Es un edificio cavernoso, oscuro, ruidoso y apestoso que se congela de frío en invierno y se sofoca de calor en verano. Las celdas están construidas en el medio del bloque. Lo atraviesan unos 30 pies de hileras de ventanas que dejan pasar la luz, pero luz amortiguada y filtrada por la suciedad y mugre de las ventanas. En la misma pared que las ventanas hay una barandilla superior y otra inferior. La barandilla superior vigila las gradas superiores y la inferior vigila las gradas del fondo. Un guarda marcha por la unidad, armado con una pistola. Todos los guardas que no están en las barandillas deben llevar chalecos antibalas. En caso de que haya un incidente con disparos, están protegidos.

Las celdas son diminutas. Un poco más de 4 pies de ancho por una longitud de apenas 10 pies. Cada celda tiene una cama de chapa de acero (tampoco es una cama muy grande, me cuelgan los pies al final), un lavabo de acero inoxidable y retrete, una estantería y una luz con enchufes eléctricos.

He mencionado antes que, si tienes dinero, te puedes comprar una tele y un radiocassette. También puedes pedir una máquina de escribir, cintas, libros y tinta para la máquina de escribir. Hasta hace más o menos un año, la cárcel te permitía pedir estas cosas directamente del vendedor... Sears o Penny. Pero lo han cambiado para que ahora tengas que pedir cualquier cosa a través de prisión y te cargan el 10% de impuestos o la Tasa de San Quentin, por cualquier cosa que pidas. Es la tasa más alta que se paga en impuestos locales o estatales. Además, los de prisión te dicen ahora a qué vendedor puedes comprar. No sé cómo dieron con la lista de los vendedores permitidos, quizás haya un proceso de eliminación, pero estos vendedores tienen una empresa bastante lucrativa, ya que estamos bastante forzados a adquirir cualquier cosa a través de ellos. Esto dificulta las cosas para alguien como yo. Yo acostumbraba a pedir a mis amigos si podían encargar lazos, o libros en una tienda y enviármelos, pero ahora que tengo que encargar todo a través de la prisión, no he podido pedir nada. No estoy seguro de cuál es la diferencia, no me importaba pedirle a mis amigos que encargaran cosas para mí, pero pedirles que me manden dinero para poder encargar cosas me hace sentir incómodo.

Hay unas cuantas historias del corredor de la muerte que no son ciertas. Parece que son, en su mayoría, los grupos que encabezan los abogados de distrito y los grupos variados de entrada en vigor de la Ley. La que parece ser el tema favorito de conversación para estos grupos es la organización de los Derechos de las Víctimas. La Organización de los Derechos de las Víctimas parece ser su tema favorito porque a los medios informativos les encanta hacer historias sobre ellos. Así, los grupos legales pueden promover sus eventos de manera que consigan un montón de apoyo de la gente. Y los medios de comunicación no podrían jamás dejar pasar la oportunidad de hacer una historia que conseguirá la reacción del público. Incluso sabiendo que los grupos de Víctimas son básicamente la tapadera de los grupos de la Ley.

Una de las historias del corredor es que tenemos todos televisión por cable. Esto no es verdad. San Quentin tiene un enchufe en cada celda para que puedas poner el cable en tu televisión, pero está conectado a la antena central que te permite ver canales de televisión y algunos programas que emiten.

Otra historia que he visto en las noticias y que no es verdad es que tenemos aire acondicionado en las celdas. Si hay aire acondicionado en el corredor de la muerte, es uno de los secretos mejor guardados aquí. En invierno, hace tanto frío en las celdas que puedes ver tu aliento a veces. A veces tengo que irme a la cama con 3 ó 4 pares de calcetines de lana, gayumbos largos y, si tengo, un par de suéters...todos ésos que me tengo que comprar yo mismo. No sé qué hacen los que no tienen dinero para comprar estas cosas cuando hace ese frío. En verano, hace tanto calor que todo lo que puedes hacer es desnudarte y tumbarte en tu litera en calzoncillos o desnudo e intentar no moverte. Quizás la mentira más grande promovida por los medios de información y contada por esos grupos de Interés Especial es que estamos aquí en el corredor de la muerte manipulando durante años a los tribunales y riéndonos a sus espaldas. Estos grupos saben condenadamente bien que no es verdad. La razón por la que pasamos tanto tiempo en el corredor de la muerte es por lo que estos grupos han hecho. Han presionado a los políticos y a los tribunales, aprobando una ley tras otra, haciendo cada vez más difícil para un recluso en el corredor pasar por el proceso de apelaciones. Lo han hecho tan difícil que muchos de los abogados que normalmente se encargaban de las apelaciones para los reclusos condenados han dejado de llevar nuestros casos sólo porque no merece la pena con los dolores de cabeza que esto acarrea.

He estado encerrado más de 10 años. Casi la mitad del tiempo lo he gastado esperando un abogado que llevara mi caso. Iba por cinco años de espera cuando conseguí un abogado para ocuparse de mis apelaciones. Mi situación no es diferente de las demás. Un chico que conozco ha pasado más de 4 años esperando un abogado para llevar su caso y no hay signos que de la situación cambie pronto. No lo sé con seguridad, pero he escuchado que un chaval estuvo esperando cerca de 7 años para que un abogado le hiciera su apelación. Pero los grupos de Interés Especial dicen que somos nosotros los que nos pasamos la mayor parte del tiempo manipulando los tribunales y retrasando los procesos de apelación. Ahora que esos grupos han hecho que sea casi imposible encontrar abogados para hacer nuestras apelaciones, están intentando promover leyes que limiten el tiempo que tenemos para presentar cuestiones que puedan resolver nuestro caso. Están diciendo que hemos tenido tiempo de sentarnos en el corredor de la muerte a hacernos cargo de estos asuntos, pero no es así, no hemos podido hacerlo después de tanto retraso. Sé que hay gente que se ríe a escondidas de estos retrasos, pero seguro que ninguno de ellos está aquí sentado en el corredor de la muerte. ¡SOLO NOSOTROS en América!

Bueno, iba a hablar un poco más de la vida en el Bloque Este, pero parece que me he desviado en otras cosas. Se queda para otro día, pero ahora me tengo que ir.

Hasta pronto,
Dean